En 1965 Gordon Moore estableció su famosa ley de Moore: el número de transistores en un chip de un tamaño dado se duplicaría cada 2 años. Moore predijo que su ley sería válida durante 10 años. Sin embargo, el continuo avance de la computación ha mantenido esta ley válida hasta hoy.
En realidad no se trata de una ley sino de una observación, más bien una descripción de un viaje con muchos pasos, suponiendo cada uno de ellos un cambio tecnológico. ¿Sigue siendo una progresión viable?
Los chips más avanzados se fabrican con transistores de 32 nanómetros (nm una milmillonésima parte de un metro). En el futuro esta previsto fabricar chips con transistores de 16 nm en 2013 y 11 nm en 2015.
Sin embargo, las fronteras físicas del átomo dificultan ir más allá. Los transistores deberían consistir en tan solo varios átomos. A este ritmo, en dos décadas tendrían un único átomo. Tan pocos átomos suponen que las fugas están fuera de control, que los aislantes no funcionan y que el transistor y el chip dejarían de ser operativos.
Varias alternativas se han propuesto entre ellas fabricarlos en 3 dimensiones (en esencia están construidos en un solo plano de 2 dimensiones).
En todo caso parece que estamos cerca de las fronteras de la física y que la ley de Moore puede mantenerse durante poco tiempo más. Un nuevo diseño de computación es necesario.
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